Fabián Coito: su experiencia en una final del mundo y ante los italianos

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Fue el entrenador de Uruguay en el Mundial Sub 17 de México y en el Sub 20 de Corea, cuando la Celeste enfrentó dos veces a los azzurri

La participación en la final de una Copa del Mundo y los dos antecedentes a nivel Sub 20 de Uruguay ante Italia tienen como denominador común un nombre: Fabián Coito. El actual entrenador de Deportivo Maldonado fue el técnico de la selección Sub 17 que en 2011 disputó el último juego de un representativo celeste por un título mundial y también el de la Sub 20 que enfrentó a los azzurri en el Mundial 2017.

¿Ve algún punto de contacto entre aquellos enfrentamientos con los italianos y el que se viene este domingo a la hora 18 en La Plata? “No he visto mucho este Mundial, pero este partido es único e incomparable a las dos veces que nos enfrentamos a Italia en Corea porque se trata de una final del mundo, es decir que estamos hablando de EL partido del torneo”, explicó Coito en declaraciones a La Oral Deportiva. “Creo que lo que puede tener en común este partido con aquellos dos del Mundial 2017 es que son dos equipos fortísimos a nivel juvenil. Así lo fueron también en Corea y fueron enfrentamientos durísimos. La gran mayoría de los jugadores que estuvieron en aquellos juegos, tanto de ellos como nuestros, están compitiendo al primer nivel. Para mí merecidamente llegan a la definición del título las dos grandes selecciones que ha tenido este torneo”, apuntó.

A propósito de la final que se viene, indicó: “Este partido va a estar condicionado por ese condimento especial de ser el partido más importante del campeonato porque define un título mundial. Uruguay está muy bien, sobre todo en la parte defensiva, en donde se muestra infranqueable. Creo que esta selección es el fiel reflejo de lo que es el fútbol uruguayo: fuerte, sólida defensivamente, de contraataque y con muy buenos jugadores y muy buen funcionamiento”.

Sobre el rival opinó: “Esta Italia es un poco diferente a lo que habitualmente nos plantea un seleccionado de ese país, tanto por la distribución que tiene en el campo como por los jugadores que posee, algunos que salen de lo que es un poco el corte europeo y por eso también es una gran selección”.

No arriesga favorito. “Vaticinar un resultado no es otra cosa que una adivinanza, pero nos tiene que quedar la gran satisfacción de que estos chicos nos volvieron a poner en la definición de un gran torneo; de la aparición de grandes futbolistas que es lo más importante en una selección juvenil; y de renovar la fe de poder ser campeones del mundo por primera vez en la categoría”.

¿Cómo se prepara una final mundialista? Él tiene el antecedente de lo ocurrido en 2011 con la Sub 17. “Eso va un poco al criterio de cada entrenador y también de la experiencia que tenga. A mí, por ejemplo, la final del Mundial Sub 17 me agarró en el primer año y luego en mi último año llegamos a la semifinal del Mundial Sub 20. Y sé que ambos partidos los preparé diferente. En el último, por ejemplo, lo hice mucho más desde el juego y ante Venezuela recuerdo que fuimos claros dominadores y terminamos perdiendo por penales. En el primero fue más de preparación sicológica, primero que nada por la edad y segundo porque jugamos ante México en un Estadio Azteca totalmente repleto de hinchas locales (más de 100.000 personas) y le dimos mucho espacio a lo que nos podíamos encontrar, a las reacciones que debíamos tener y sobre todo a lo que íbamos a intentar hacer para ganar el partido y las variantes que nos podíamos encontrar según lo que nos propusiera el juego. Sin dudas que desde lo táctico hay que preparar bien el partido, en este caso porque han ido cambiando los rivales de Uruguay y hay que estar preparado para lo que pueda proponer el encuentro”.