Peñarol: Darío y el tiempo ganado para preparar la dupla Arezo-Abel
Foto: @OficialCAP
El DT logró el triunfo que precisaba para seguir al tope de la Anual y ahora debe armar el equipo para aprovechar mejor a sus goleadores
Luego de haber cerrado el Torneo Intermedio con dos triunfos consecutivos, el último además ante un rival dificilísimo como Defensor Sporting y de la manera en que se hizo por haber sido con un gol en el minuto 87 para dar vuelta un resultado que comenzó siendo adverso, para Peñarol lo ideal sería que el Clausura comenzara ya el fin de semana que viene.
La pausa que habrá ahora hasta el fin de semana del 19 y 20 de agosto, cuando vuelva a jugar el mirasol, no le viene nada bien desde lo anímico al menos, aunque sí le servirá para que Darío Rodríguez tenga tiempo de tranquilidad para trabajar junto a sus futbolistas y así conseguir ajustar lo que le queda, que si bien es bastante es menos que antes.
Por sobre todas las cosas lo que podrá hacer el entrenador, que lleva 5 partidos dirigidos en 24 días (a un promedio de un juego cada menos de 5 días), será probar, ver las alternativas que tiene, sin necesidad de estar preparando una oncena para lo que se viene. Ya ha hecho algo importante: recuperó la moral del plantel. Ya había jugado bien el primer tiempo en el triunfo 2-1 sobre Boston River (cuando mereció ganar por más amplitud) y consolidó la mejoría al hacer un buen partido durante los 90′ contra Defensor. El equipo tuvo, por primera vez en el año, reacción anímica luego de haber tomado un gol y estar abajo en el marcador, lo cual es una buena señal de personalidad.
Y lo otro trascendente es que dotó de confianza a sus dos goleadores. Matías Arezo inició desde el banco de suplentes y a los pocos minutos de entrar anotó por primera vez desde el 9 de mayo, cuando por la última fecha del Torneo Apertura (a la cual Peñarol ya llegó como campeón) le marcó a Racing al tomar el rebote de un penal que el arquero Nicolás Gentilio le había contenido a él mismo.
Abel Hernández, en tanto, está en racha pues anotó 5 de los últimos 6 tantos del equipo. Lo importante en su caso fue la confirmación de que está con la cabeza bien puesta, pues en la semana se había hablado mucho de él dado que su representante, Pablo Bentancur, anunció que el futbolista se iría a Vasco da Gama porque le había llegado una importante oferta y existía la palabra del presidente Ignacio Ruglio de que en julio lo dejaría ir. Sin embargo, Peñarol defendió su derecho de que se cumpliera el contrato acordado hasta fin de año y aunque el propio empresario amenazó con llevar el caso a la FIFA para que se aplicara la cláusula de Justa Causa, esto no ocurrió por decisión del propio Bentancur. Sin embargo, estaban las dudas de cómo reaccionaría Abel, quien lo hizo de la mejor manera, pues demostró que sigue siendo el futbolista que marca la diferencia en la red adversaria.
Arezo y Hernández tienen 10 goles cada uno, por lo cual convirtieron entre ambos 20 de los 34 tantos marcados por el equipo, es decir el 59%. Esto habla a las claras de lo importante que son para Peñarol. Arezo fue clave para la obtención del Apertura y Hernández para la recuperación del equipo luego del cambio de técnico.
Ya se había planteado desde aquí una interrogante: ¿pueden jugar juntos Arezo y Abel? Uno puede jugar detrás del otro en un 4-2-3-1, indistintamente de cuál sea el de área o el falso 9. Peñarol ha conseguido algo que ambos necesitan: llegada por las bandas. No lo ha hecho del modo tradicional, con sus extremos, sino con sus laterales. Por lo tanto, ambos pueden sacar provecho de ello como lo sacó el mismísimo Arezo mientras tuvo a Ignacio Laquintana como socio.
La cuestión parece ahora pasar por otro lado: ¿dónde ubicar a Sebastián Rodríguez? Puede volver perfectamente al doble cinco, pero tal vez Darío Rodríguez pueda trabajar alguna otra figura táctica, como un 4-1-4-1, con un volante tapón, dos extremos y un doble-pivot como le llaman en España compuesto por Seba Rodríguez y Arezo o Abel.
Darío tiene tiempo y material, que además seguramente verá incrementado con los refuerzos que lleguen. Ahora es cuestión de dejarlo trabajar y ver qué presenta cuando Peñarol vuelva a presentarse.