• Sunday, April 28, 2024

El nuevo Uruguay se demostró a sí mismo lo que es capaz de lograr

Foto: Pablo Porciúncula/AFP vía Getty Image

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La victoria sobre Brasil es una inyección de fe que puede marcar el punto de inflexión como fue la de Quito en 2009

Sábado 10 de octubre. Uruguay llegaba con la soga al cuello a Quito para enfrentar a Ecuador por la penúltima fecha de las Eliminatorias. Las cuentas eran bien sencillas: ganaba o se quedaba sin Mundial 2010. Quedarse sin ir a la Copa del Mundo por segunda ocasión consecutiva (Alemania 2006 no había tenido a la Celeste) significaría, además, el fin de la Era Tabárez. En tiempo de adición Edinson Cavani tomó mal parada a la defensa ecuatoriana, se metió al área y fue derribado. Penal que Diego Forlán convirtió en gol y triunfo 2-1 luego de haber empezado perdiendo. Allí nació un nuevo Uruguay.

Esa victoria valió mucho más que los tres puntos que otorgó para la tabla, porque terminó siendo la clave para ir a Sudáfrica a través del repechaje (ganado a Costa Rica), terminar cuartos y consolidar la confianza que un año más tarde ganaría la Copa América número 15 para Uruguay con una actuación descollante, la cual incluyó eliminar en cuartos de final a la mismísima Argentina dueña de casa.

Gracias a esa imposición—tan sufrida como inesperada por cómo se había dado un partido que tenía la dificultad extra de jugarse a 2.400 metros de altitud— Tabárez terminó quedándose casi 16 años al frente de la Selección durante los cuales forjó una gran generación de futbolistas, algunos de los cuales incluso hoy siguen en la Celeste, como Federico Valverde, Nahitan Nández, Matías Vecino, Matías Viña y Darwin Núñez.

Todo este repaso tiene como objetivo marcar que un único partido suele ser la bisagra que cambia el sentido de las cosas. Durante la actual Era Marcelo Bielsa ese encuentro puede haber sido el del triunfo 2-0 sobre Brasil conseguido este martes a la noche en el Estadio Centenario.

Jamás hay que perder de vista el contexto y ese es que la Celeste está en un periodo de renovación. Con el arribo del entrenador argentino parece haber llegado a su fin el tiempo de los históricos como Cavani y Luis Suárez. Hay nuevos líderes ofensivos como Darwin Núñez y Nicolás De la Cruz, curiosamente los autores de los tantos ante los brasileños.

Entonces, conseguir un triunfo tan resonante suele marcar el rumbo hacia el futuro en el sentido que se consolida la confianza en propios y ajenos, porque los más de 55.000 uruguayos que colmaron el Centenario se fueron pletóricos de fe en el equipo.

¿Que Brasil fue mucho menos de lo que se esperaba? Sí, es cierto, pero tampoco seamos tan negativos de pensar que solo por eso ganó Uruguay. A ver: Rodrygo, Neymar, Vinicius y Gabriel Jesús generan un ataque temido y los celestes les permitieron realizar un solo remate al arco, que fue a los 68’ y de tiro libre. Eso quiere decir que fueron controlados.

Uruguay hacía 22 años que no vencía a Brasil por Eliminatorias. A su vez, el equipo auriverde llevaba 37 partidos sin perder por el certamen clasificatorio a lo largo de ocho años. Esas fueron las marcas a las que les puso fin la Celeste, lo que influirá en la moral del equipo. Sí, estos jóvenes uruguayos se demostraron a sí mismos tener las herramientas para —de la mano de un técnico de jerarquía como Bielsa— volver a ser protagonistas en el mundo luego del traspié de Catar 2022.

El nuevo Uruguay nació (victoria 3-1 ante Chile), dio sus primeros pasos titubeantes (derrota 1-2 con Ecuador y empate 2-2 con Colombia) y rápidamente tomó valor para pisar firme con el triunfo 2-0 sobre Brasil. Un resultado incluso que trasciende la importancia intrínseca, pues permite cerrar esta ventana de Eliminatorias con 4 puntos sobre 6, una cosecha mejor de la esperada porque los últimos antecedentes con Brasil en casa habían sido nefastos: derrotas 0-4 rumbo a Sudáfrica, 1-4 camino a Rusia y 0-2 para Catar. Dos unidades hubieran sido poco, pero quizás lo que se podía prever como positivo.

Con esta buena puntuación y de cara a la visita a Argentina (que ganó todos sus partidos) se consigue hacer un colchón importante de puntos que habrá que seguir aumentando en los juegos siguientes a fin de estar preparados para cuando llegue la nueva racha de partidos difíciles, cuando por la segunda rueda haya que visitar a Brasil, recibir a Argentina y subir a La Paz, la sucesión de encuentros que derivaron en la salida de Tabárez.

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