• Friday, May 17, 2024

Uruguay y las malas señales para el futuro inmediato en Eliminatorias

Foto: Raúl Arboleda/AFP vía Getty Image

Foto: Raúl Arboleda/AFP vía Getty Image

El rendimiento del equipo no convence, Bielsa no colabora con sus decisiones y se puede terminar la fecha 5 con solo 4 puntos

El miércoles, en la previa del partido de Uruguay en Colombia, me puse a conversar con un conocido que sabe mucho de fútbol porque lo practicó y me preguntó si me entusiasmaba la selección de Marcelo Bielsa. Le dije que sí, pero no especialmente en esta doble fecha. Incluso le comenté que ese mismo día había publicado en La Oral Deportiva web un artículo en el cual analizaba la convocatoria hecha por el seleccionador celeste y le veía falencias. Su reflexión fue que como Uruguay estaba en una etapa de recambio podía hacer pruebas, porque con seis cupos y medio para el Mundial como tiene Conmebol es imposible que la Celeste quede eliminada.

Luego de disputadas las tres primeras fechas hay una realidad: lo peor que le puede pasar a Uruguay es confiarse, porque en la vida generalmente llegan más lejos los esforzados que los inteligentes y es precisamente porque los primeros saben que no pueden bajar la guardia para lograr sus objetivos, mientras que los segundos confían tanto en su talento que cuando quieren aplicar un plan B porque el A no les dio resultado ya es demasiado tarde. Una muestra de ello es lo que le ocurrió a Brasil el jueves por la noche en Cuiabá: pensó que tenía el partido ganado de antemano su juego con Venezuela y terminó cediendo dos puntos.

Una de las cosas que se me vienen a la cabeza ahora es lo ocurrido en las Eliminatorias para Francia 1998, cuando Uruguay perdió 1-0 con Paraguay en el Estadio Centenario en las primeras fechas y el técnico del momento, el gran Héctor “Pichón” Núñez, dijo: “No hay problema. Hay muchos partidos por delante para recuperar estos puntos”. Esto ocurrió en 1996; Uruguay venía de ser campeón de América en 1995 y era la primera vez que las Eliminatorias se disputaban todos contra todos, incluso sin la participación de Brasil porque era el campeón del mundo y por aquellos tiempos el rey mundial aseguraba presencia en el siguiente torneo. La cosa fue que pasaron los partidos, los resultados siguieron siendo malos, el técnico fue cesado y Uruguay terminó quedando eliminado del Mundial.

Volvamos al presente o, mejor dicho, al futuro. Este inicio celeste con 4 puntos de 9 disputados (6 de ellos de visitante, es cierto) se transforma en peligroso y vamos a la explicación de por qué.

Esta es la fase menos favorable de las Eliminatorias para la Celeste por la seguidilla de partidos complicados. Perdió en Quito ante Ecuador, inmediatamente después igualó en Colombia, ahora se viene Brasil y luego llegará el duelo con Argentina en Buenos Aires. Esto significa que luego de estos 12 puntos el balance para Uruguay puede ser perfectamente de… 1.

Sí, quizás sea una visión muy negativa, sobre todo teniendo en cuenta que Brasil no ha demostrado ser un equipo que mete miedo, pero es posible que se cumpla el peor escenario. Entonces Uruguay quedaría en el fondo de la tabla y con muchas preocupaciones. Pero lo peor de todo es que se perdería el entusiasmo y a esa altura las críticas hacia el entrenador Bielsa podrían ser despiadadas al punto de desestabilizar el clima interno de la selección, el único producto bueno que tiene hoy el fútbol uruguayo.

¿Ilusiona Uruguay? Para quien esto escribe al menos no demasiado. Tiene destellos de gran calidad, pero necesita sostenerlos durante más minutos. El principal problema, empero, es la falta de contundencia en ofensiva. Genera situaciones de peligro, pero no las concreta y eso casi costó la derrota en Colombia.

A esta altura seguir hablando si Luis Suárez sí o Luis Suárez no ya cansa, así que ni me voy a meter en ese tema. Lo que sí está claro es que el técnico Bielsa debe empezar a ser más práctico y no tan lírico. Nadie duda de su sabiduría, porque su trayectoria lo avala, pero hasta ahora ha dado más en la herradura que en el clavo. Con los cambios que hizo en Barranquilla el equipo por momentos quedó inmerso en el caos y quedó expuesto a ser goleado. Entonces la frustración de no poder concretar arriba se trasladó hasta el fondo, donde quedaron espacios que pudieron ser fatales.

Ya lo he escrito más de una vez: en la casa la heladera va en la cocina, no en el dormitorio; en la cancha el mediocampista va en el medio, no en el lateral derecho.

Es por lo tanto vital conseguir un buen resultado el martes frente a Brasil. Eso no significa que solo sirve ganar, pero no se puede perder, porque luego ir presionados a buscar tres puntos a Buenos Aires puede costar una derrota saca técnico.

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