• Friday, April 19, 2024

Peñarol y su talón de Aquiles: le hacen más de un gol por partido

Foto: Douglas Magno/AFP por Getty Images

Los aurinegros anotan casi dos goles por encuentro, pero la vulnerabilidad es una señal inquietante para el futuro

Para cualquier equipo ser goleado es un golpe difícil de digerir. Si ese conjunto es un gigante como Peñarol, más. Y ni que hablar si la humillación se sufre ante un rival sin tanto prestigio. Por lo tanto, la caída 4-1 del carbonero en la visita a América Mineiro por Copa Sudamericana siembra un manto de duda importante cuando todo parecía estar encaminado tras el triunfo clásico.

El resultado cosechado ante el conjunto brasileño dejó en evidencia el talón de Aquiles que tiene el conjunto mirasol orientado por Alfredo Arias: la fragilidad defensiva. Es imposible conseguir resultados favorables en forma sostenida solo en base a la ofensiva y viceversa, porque tampoco se puede llegar muy lejos poniendo énfasis solamente en la defensa. Como todo en la vida lo ideal es el equilibrio. Y en ese sentido los números de Peñarol en el arco propio son preocupantes.

Digamos las cosas como son: en 11 partidos oficiales disputados por el equipo de Arias ha convertido 21 tantos, lo que es una cifra interesante, a un promedio de casi dos tantos por juego. Sin embargo, en esa misma cantidad de choques ha recibido 13 goles, es decir más de uno por presentación. Los equipos que tienen un mayor saldo favorable de goles son los que suelen estar en las definiciones. Es cierto que tampoco es definitivo sufrir tantos goles en contra porque todo depende del contexto, ya que se pueden recibir muchos tantos en un solo partido (como ocurrió en Belo Horizonte) y luego no muchos. De hecho, en 5 de esos 11 partidos Peñarol mantuvo su arco en cero. No obstante, estas suelen ser señales de alerta. Ser vulnerado en forma tan reiterada es un síntoma de que no se trata de un equipo sólido y eso se termina pagando en la recta final de los torneos porque las inseguridades se multiplican en momentos de tensión.

Peñarol da la sensación que reflejan sus números: es un buen conjunto en la faz ofensiva y es malo en defensa. Y por aquello de que los equipos se arman de atrás hacia adelante, es aquí donde debería comenzar a poner énfasis el entrenador. Seguramente con el funcionamiento actual le pueda alcanzar para el fútbol de cabotaje y ganar el Apertura, pero a la larga terminará sufriendo. Lo que es seguro es que en la Sudamericana, defendiendo así, no tiene futuro.

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