• Friday, November 22, 2024

Peñarol 2-0 Danubio: Abel hizo los goles, pero el partido lo ganó Arias

Foto: @CampeonatoAUF

El técnico puso a Hernández a los 32′ en un cambio osado y abrió el camino hacia tres puntos clave

Tomar las decisiones correctas en muy poco tiempo suele marcar la diferencia. Es por eso que quienes tienen esa capacidad consiguen el camino al éxito. Las oportunidades están ahí, en todo momento, pero hay que saber aprovecharlas y fue lo que hizo Alfredo Arias. El entrenador fue clave para el triunfo de Peñarol sobre Danubio por la fecha 11 del Torneo Apertura, el cual valió tres puntos que lo ponen definitivamente rumbo al título.

Con la pesada mochila de la goleada lograda por Nacional sobre Fénix el viernes a la noche, —sumada a la humillante caída 4-1 ante América Mineiro por Copa Sudamericana— los aurinegros salieron al Campeón del Siglo con la misión de triunfar para mantener la diferencia en la tabla. Sin embargo, la tarea no parecía sencilla, porque enfrentaba a un buen rival como Danubio, que juega bien y tiene futbolistas habilidosos y peligrosos.

El momento clave del partido fue el minuto 32. Sebastián Cristóforo se tiró al piso acusando un dolor en la rodilla izquierda que le impidió seguir en el partido. Fue un problema, pero es allí justamente cuando los exitosos ven la oportunidad de transformarlo en una ventaja. Es en esos momentos en que se marcan las diferencias.

La lógica indicaba que, si salía uno de los mediocampistas, lo reemplazara otro. Cuando se especulaba que el reemplazante fuera Rodrigo Saravia, Damián García o hasta de Carlos “Pato” Sánchez, Arias tomó una decisión distinta, sorpresiva, pero acertadísima. El técnico había hecho la lectura del partido y se dio cuenta que para lo que presentaba el rival (un 4-1-4-1) lo mejor era variar su 4-3-3 a un 4-4-2 y por eso llamó a Abel Hernández para acompañar a un Matías Arezo que estaba siendo absorbido por la defensa de la franja.

Foto: @OficialCAP

El goleador era la referencia, se llevaba todas las marcas, pero no había nadie que aprovechara esos espacios que dejaba la zaga danubiana para seguir de cerca a Arezo. Entonces Arias mandó a la Joya para tratar de explotar esos huecos. Y tuvo éxito.

Un envío desde el fondo de Hernán Menosse fue bajado de cabeza por Arezo rumbo al área y allí estaba Abel, con sus medias bajas y la camiseta por afuera del pantalón, para amagar a rematar de primera, enganchar hacia el medio y tocar de puntín contra el palo para marcar el 1-0. Allí cambió el ambiente y cambió el partido.

El murmullo nervioso de la tribuna por ver que el equipo mirasol tenía la pelota, atacaba, llegaba a las cercanías del área pero no concretaba fue cambiado por un grito ensordecedor de gol. El hincha se quitaba la angustia del cuerpo; los futbolistas se liberaban de la presión por el resultado.

El de Arias fue un cambio osado, de técnico de equipo grande, pero sobre todo fue un cambio inteligente, de reacción rápida, con lectura del contexto. Peñarol ganó con dos goles de Abel Hernández (pudo hacerlo por más diferencia ante un inexpresivo Danubio si no fuera por un par de estupendas atajadas de Mauro Goicoechea), pero a partir de su entrenador, el artífice de estos tres puntos y de que el aurinegro esté cada vez más cerca de coronarse como el mejor del Apertura.

Foto: @OficialCAP

Otras lecturas positivas que dejó Peñarol:

  • Hernán Menosse pasa por un muy buen momento en defensa, sobre todo en los mano a mano. Yonatthan Rak lo acompañó ante la lesión de Leo Coelho y completaron una buena dupla. A decir verdad, Rak se ha mostrado en estos partidos más firme que el brasileño.
  • Kevin Méndez cumplió una función táctica espectacular. No brilló, pero fue de los mejores de Peñarol por su solidaridad, despliegue, compromiso con la marca e inteligencia para sacar la pelota jugada con velocidad y precisión. Hizo un trabajo silencioso pero de gran importancia.
  • Abel Hernández anotó su segundo gol en el Apertura, pero lo más importante es que se lo vio bien, participativo, metido en el partido y generando peligro cuando tuvo la oportunidad. De a poco va levantando su nivel.
  • Volvió Carlos Sánchez, lo que es una gran noticia porque aunque se espera más de él, es otro polo de atención para los rivales, que ya no deben cortar solo las líneas de pase de Sebastián Rodríguez para anular la creación de Peñarol, porque el Pato también tiene la virtud de filtrar balones entre los defensas. Además, aporta un pie prodigioso para pelotas quietas, como lo demostró en el centro a la cabeza de Abel para el segundo gol.

PEÑAROL 2-0 DANUBIO

Goles: 37′ y 73′ A. Hernández
Estadio: Campeón del Siglo
Árbitro: Leodán González
Asistentes: Agustín Berisso y Héctor Bergaló
Cuarto árbitro: Federico Arman
VAR: Mathías de Armas y Diego Dunajec

Peñarol: Thiago Cardozo; Pedro Milans, Hernán Menosse, Yonnatthan, Lucas Hernández; Santiago Homenchenko (60′ Rodrigo Saravia), Sebastián Cristóforo (32′ Abel Hernández), Sebastián Rodríguez; Nicolás Rossi (81′ Damián García), Matías Arezo (60′ C arlos Sánchez) y Kevin Méndez (81′ Brian Mansilla). DT: Alfredo Arias.

Danubio: Mauro Goicoechea; Rafael Haller (72′ Mateo Ponte), Martín Rea, Lucas Ferreira, Facundo Saravia (46′ Kevin Lewis); Juan Millán; Guillermo May (64′ Jonathan Álvez), Franco González (54′ Sebastián Fernández), Leandro Sosa, Alejo Cruz; (72′ Santiago Romero) y Diego Vera. DT: Esteban Conde

Amarillas: Arezo, Homenchenko y Rossi (P). F. Saravia y Ferreira (D)

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