Peñarol: los retos a los que se enfrenta Darío Rodríguez
El nuevo técnico mirasol debuta ante América Mineiro y lograr un buen resultado no es lo único en lo que debe enfocarse
Último en su grupo del Torneo Intermedio con 1 punto e incluso en el global del torneo local; último en su serie de la Copa Sudamericana; campeón del Apertura y con presencia asegurada en la definición del Campeonato Uruguayo; primero con dos puntos de ventaja en la Tabla Anual; sumido en un caos institucional a causa de la política del presidente Ignacio Ruglio, los malos resultados que indignaron a los hinchas y para peor en año electoral. Ese es el contexto en el cual Darío Rodríguez debuta este jueves a la noche (hora 21, Estadio Centenario) ante América Mineiro al frente del plantel principal de Peñarol en el que será su estreno absoluto como entrenador en jefe y con solo 72 horas para preparar el equipo.
Este primer juego será el de la despedida de los aurinegros de la Copa Sudamericana y por supuesto que no servirá para juzgar al nuevo técnico, sino para conocer cuáles son sus ideas futbolísticas. Peñarol no tiene urgencias deportivas para este duelo, pero Darío sí tiene algunos retos importantes por delante que comienza a encarar hoy.
- El honor. El partido contra el conjunto brasileño no tiene importancia por los puntos para Peñarol (sí para América, pues si gana tiene chances de acceder al segundo lugar que otorga cupo para el repechaje contra los terceros de la Libertadores) porque está eliminado hace rato, pero sí las unidades en juego son trascendentes para el honor de una institución que alguna vez fue gigante en América y el mundo. Luego de 5 partidos no ganó ni una, a lo cual sumado el vergonzoso -13 en el saldo de goles (3 anotados y 16 recibidos) lo tiene en el lugar 63 de 64 participantes de los certámenes continentales. Además, comenzar ganando sería un gran espaldarazo para el nuevo técnico.
- Resultados. Más allá de lo sensible que resulta la obtención de los tres puntos por lo antes mencionado, Darío necesita comenzar a lograr buenos resultados para recuperar anímicamente a un plantel que está con la moral en el subsuelo. Peñarol hace seis partidos que no gana. Su último triunfo fue el 8 de mayo ante Racing el día que celebró el título del Apertura.
- Dar personalidad. El hoy técnico de Peñarol fue un defensa técnico, con buena pegada, pero por lo que más se destacó fue por su fuerte personalidad. Nadie se lo llevaba por delante y algo de su impronta necesita inculcarle a los que hoy dirige, porque el punto débil de Peñarol ha sido su flaqueza anímica. Partidos que tenía dominados los perdió porque una vez que le anotaron el equipo no tuvo fuerza para absorber el golpe. Prueba de ello es el partido que perdió 3-2 con La Luz, el cual ganaba en el minuto 90+1 y se lo dieron vuelta con tantos a los 90+6 y 90+8.
- Solidez defenisva. En los últimos 15 partidos a Peñarol le convirtieron 24 goles. Ante Wanderers pudo mantener el 0 en su arco por primera vez en los últimos 6 partidos. Ya están dichos los 16 tantos que recibió por Sudamericana. Es imposible que un equipo tenga aspiraciones serias con una defensa tan permeable. La prioridad de Darío debe ser afianzar la defensa y él lo sabe, porque durante su presentación dijo que le iba a poner foco en que no le anotaran goles. No hay ninguna ciencia en esto: los equipos se arman de atrás hacia adelante. Si hay solidez atrás, hay soltura en el ataque.
- Creación. Peñarol trajo a Sebastián Rodríguez y a Carlos Sánchez para generar el fútbol del equipo. El primero lo hizo en forma regular, aunque terminó cayendo en el enredo táctico y futbolístico del equipo. El segundo ha aportado calidad en cuentagotas. Recuperar al Pato Sánchez y asociarlo con el Cabeza para que se potencien mutuamente es un desafío importante.
- Velocidad. Desde la marcha de Ignacio Laquintana se quedó sin velocidad en ataque. Esto le restó profundidad al equipo y como consecuencia directa Matías Arezo dejó de recibir pases de gol, por lo cual Peñarol perdió poder ofensivo. Alfredo Arias cometió el error de, en lugar de potenciar a un sustituto directo de Laquintana y mantener lo que funcionaba bien, comenzó a retocar a todo el equipo para suplir la ausencia de uno y de esa forma ambientó un caos táctico que provocó una merma dramática en el funcionamiento colectivo y finalmente en los resultados. Consolidar una oncena titular y encontrar el funcionamiento de mitad de cancha hacia adelante para que Peñarol vuelva a ser una potencia goleadora es el otro gran reto de Darío Rodríguez a partir de hoy.