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La vida transcurría normal, el mundo Nacional estaba metido en los problemas normales, ganar, pagar los sueldos, buscar jugadores, la vida diaria del fútbol.
River queda eliminado de la copa libertadores y Suárez decide atender a los medios argentinos, un poco para explicar que no llegaría al club al no tener competencia internacional, en la charla su temperamento lo traiciona y vaya a saber ¿por qué? protesta a Nacional su indiferencia, una indiferencia razonable, ¿a quién se le iba a ocurrir que el mejor 9 uruguayo querría volver?.
En un minuto el mundo cambió, Suárez disparó un boomerang imposible de detener, muchas cosas podían pasar, enojos, contestaciones, viejas cuentas pendientes…sin embargo no, apareció en escena un presidente que hizo exactamente lo que había que hacer.
Fuentes recogió el guante, con su vos serena, su calma y andar tranquilo habló con el jugador, transformó un enojo en una empatía, una queja en un compromiso, pero sobre todas las cosas jugo la carta mas importante…la gente.
El presidente de Nacional no dudó en contar que habló con Suárez, paro de pecho la pelota y se la pasó al goleador, luego incitó a la gente a jugar el partido, el sabía que no era la billetera, el hincha cumplió, reaccionó y el mundo se hizo eco de la movida, jugada clave, la responsabilidad estaba del lado de Suárez, el “pistolero” estaba en el área y tenía que definir… no podía errar.
El tiempo pasaba y la mochila se le cargaba, para Suárez era mas fácil eludir a Evra y Chiellini juntos que eludir a la hinchada, ya no había oferta que lo moviera, hasta ultimo momento trato de “abrochar” las dos cosas, un contrato en la MLS pero que lo dejaran venir, el lo dice “no podía evitar la oferta de Nacional”, en realidad… no podía ignorar lo que el mismo generó.
Fuentes se dió cuenta que tenía que jugar la carta clave, cenando en su casa con su esposa tomó la decisión, esa misma noche se subiría al avión sin avisarle a nadie, como hacen los presidentes, ese era su partido, ir a buscarlo, comprometerlo, sorprenderlo, ponerse la 9 y entrar al área.
El viaje lo cambió todo. Suárez recibe en su casa al presidente de Nacional y el mundo lo sabe, en media hora de reunión no se pudo haber definido nada, pero se definió todo, jamás nadie marcó a al goleador como lo marcó Fuentes, frente a frente un 9 goleador empedernido y un veterano ex bancario, el gol lo hizo la experiencia, Suárez ya no tenía como evitar el regreso del boomerang. De allí en adelante solo trató de negociar un acuerdo que le asegurara un contrato largo en la MLS pero tres meses en Nacional. Cuando tuvo que decidir pesaron las consecuencias de sus hechos, ¿que pasaría si le dice NO?.
Finalmente la jugada del presidente de Nacional salió perfecta, Suárez se había metido en su propio lío, pase lo que pase, Fuentes pasa a formar parte de la historia de Nacional. El resto es una historia que está por esribirse.
