River Plate quiso la épica en el Monumental, pero Mineiro se quedó con la final
(Photo by Marcelo Endelli/Getty Images)
La noche en el Más Monumental comenzó con un ambiente inigualable. La hinchada de River Plate recibió al equipo con un espectáculo histórico, llenando cada rincón de pasión y esperanza en busca de la remontada. Después de la derrota por 3-0 en la ida, el Millonario necesitaba una actuación perfecta para mantener vivo el sueño de la Copa Libertadores, y desde el primer minuto los dirigidos por Marcelo Gallardo salieron a dejarlo todo en el campo.
River fue ampliamente superior a Atlético Mineiro, asediando el arco rival sin descanso. Con 35 tiros al arco y 20 tiros de esquina a favor, el equipo mostró un despliegue ofensivo arrollador. Gallardo apostó por una formación agresiva, buscando abrir la defensa de Mineiro con constantes llegadas por las bandas y una intensa presión en el mediocampo. Cada ataque encendía a la hinchada, que acompañaba cada intento con cánticos y aplausos, en un clima de puro aliento y emoción.
Sin embargo, el gol se le negó a River Plate en una noche en la que la precisión en los últimos metros y la fortuna no acompañaron. El arquero de Mineiro, figura clave, se lució con atajadas que mantuvieron la valla en cero, resistiendo cada embate del Millonario. Con el correr de los minutos, la frustración y el cansancio comenzaron a notarse, pero el equipo nunca bajó los brazos, luchando hasta el último instante.
El empate sin goles selló el destino de River Plate, que quedó a las puertas de la remontada soñada. Con este resultado, Atlético Mineiro se convierte en el primer finalista de la Copa Libertadores y espera al ganador entre Botafogo y Peñarol para definir el título. Aunque Mineiro avanzó a la final, la entrega de River en el Monumental dejó una marca en sus hinchas, que despidieron al equipo con ovaciones. La noche terminó sin el resultado esperado, pero la intensidad y la garra del Millonario fueron un recordatorio de su espíritu inquebrantable en la Libertadores.