Bielsa dijo lo que dice que no quería decir pero dijo; mi visión
Pasaron unas horas y ese espacio dio para analizar con un poco de calma las declaraciones del entrenador Marcelo Bielsa en el día previo al partido con Canadá.
Bielsa salió al cruce, claramente, de la organización de la Copa América. Todo su discurso —incluso la parte en la que involucra a los periodistas— está dirigido a Conmebol y su círculo de poder. Hacer una lectura detenida de sus palabras permite ir claramente a una interpretación correcta. Se desprende claramente por qué el entrenador habla de “mentirosos” cuando denuncia que las canchas de entrenamiento tenían parches, que la organización del espectáculo fue mala y no hubo ninguna previsión a una vía de salida para los familiares que estaban en la tribuna y fueron agredidos. Esa falta de prevención obligó a los jugadores a salir al cruce y a defender a los familiares que allí estaban, siendo una barbaridad que no existiera protección y aún así se piense que hay que sancionarlos cuando hicieron lo que cualquier persona haría.
SU VISIÓN SOBRE EL ROL DE LA PRENSA
En la pregunta que detonó la reacción de Bielsa el entrenador dijo lo que dice que no quería decir: “La pregunta no es si tenemos temor a la sanción, el sentido común indica que los responsables de un aspecto del espectáculo es la protección de los espectadores. Los jugadores reaccionaron como cualquier ser humano; están agrediendo a su mujer, a su madre, a un bebé. ¿Por qué me preguntan si temo a la sanción?”. Bielsa salta diciendo que hay un porcentaje del periodismo que no dice las cosas porque no le conviene y claramente apunta al vínculo de Conmebol con periodistas de cadenas internacionales acusándolos de no decir nada.
Cuando comenzó a hablarse de los episodios, Bielsa salió directo al cruce con el rol del periodismo diciendo que hay un porcentaje que no actuó como se debió y otro que es leal y sí lo dijo. Sobre este hecho puntualicemos: es claro que la transmisión oficial de Conmebol evita mostrar, informar y exponer imágenes cuando hay hechos de violencia. Los periodistas contratados siguen en el partido como si nada pasara y luego en los reportes hablan de “incidentes” sin dar la explicación de que allí hay familiares de los jugadores y las agresiones sufridas son las que generan la reacción de los jugadores. Esos hechos son descritos por los periodistas uruguayos que acceden a la información y por supuesto la comunican, pero Bielsa se descarga contra los que no pueden hablar mal de la Conmebol y siguen “en otra” cuando claramente están pasando cosas que hay que informar. Evidentemente el sector del periodismo que sí informó se siente tocado y reacciona.
El entrenador identifica a ese grupo de periodistas que según su criterio “no pueden hablar mal de Conmebol” porque obviamente son contratados por las empresas que tienen negocios con la confederación. El círculo de poder es innegable, es así que comienza a reinar la confusión cuando alguien puede o no pensar que la alusión viene para medios uruguayos cuando Bielsa habla. Claramente un entrenador en una conferencia no sabe quiénes están en la conferencia, perfectamente pueden estar allí personas a las que alude y otras que no, es solo cuestión de darse o no por aludido. Cada uno actúa según su leal saber y entender y el que no se pone el sayo no tiene por qué darse por aludido.
El entrenador sostiene que un porcentaje del periodismo responde al poder que reparte el dinero, su clara alusión es al vínculo Conmebol-Cadenas Internacionales. Es fácil de interpretar que allí apunta Bielsa. La relación Conmebol-dinero-periodismo no es nueva, entiendo que al decir que es un porcentaje del periodismo no generaliza, por lo tanto cabe a cada uno ponerse del lado que se sienta.
Bielsa remarca que no le corresponde juzgar individualmente a los periodistas. Sin nombrar a nadie en particular divide a un sector del periodismo ecuánime y otro sector comprado sin dar nombres propios y dejando al libre albedrío del intérprete. Claramente Bielsa dice: “No estoy acusando a todos, acuso al que no se enfrenta con el poder para conservar los privilegios“. Es bueno que lo haya aclarado, pues allí nos encontramos varios que trabajamos muy lejos de ese círculo de poder. Tal vez no sabe Bielsa las dificultades que atraviesa un periodista uruguayo que evidentemente no entra en ese inescrupuloso círculo.
La arremetida contra las autoridades es clara. “Lo único que se difunde de las autoridades es que esto es pasible de sanción“, dice Bielsa, quien discrepa con la formulación de la pregunta, “En vez de preguntarme si temo a la sanción deberían preguntarme si le pidieron disculpas a los jugadores, porque faltó prevención y acción. Lo que tienen que hacer en vez de amenazar con sanciones es decir cometimos errores y nos hacemos cargo, y se terminó”.
Una vez escuchada una y mil veces la conferencia creo que lo mejor es buscar la mejor interpretación de las palabras de Bielsa y es bueno puntualizar en ese marco que siempre dejó la puerta abierta en su acusación a un sector de la prensa que actúa de una manera y otro que no. Desde ese lugar es cada uno el que sabe cómo actúa y se da o no por aludido. En lo que a este comunicador corresponde, se aplica la frase popular: ese palo no es pa’mi gallinero.