• Saturday, April 20, 2024

Las apuestas por técnicos extranjeros que hizo el fútbol uruguayo en su historia

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La AUF hará una inversión importante en Marcelo Bielsa, algo que Nacional y Peñarol se animaron a hacer en el siglo pasado

Desde que trascendió públicamente que por el contrato de Marcelo Bielsa como entrenador de la selección de Uruguay la Asociación Uruguaya de Fútbol hará en 47 meses (entre el 1 de junio de 2023 y el 1 de julio de 2026 una inversión cercana a los 13,6 millones de dólares, lo que fue destacado —aunque sin dar cifras— por Gastón Tealdi en La Oral deportiva de 970 AM, mucha gente se ha alarmado.

“Será la inversión más grande en la historia de la AUF”, indicó el vicepresidente de la AUF y no faltaron voces que al menos se preguntaran si ese desembolso se corresponde con la precariedad económica que caracteriza al fútbol uruguayo. Quizá, acaso, el monto de la inversión pueda avalar la queja que algunos dirigentes de clubes han deslizado desde el Ejecutivo presidido por Sebastián Bauzá para acá, hablando de “una AUF rica y clubes pobres”. Sin entrar al fondo de esa polémica, corresponde precisar que grandes apuestas como la que hace ahora la AUF con Bielsa son novedosas y revolucionarias —como lo supuso la definición de Tealdi— para la AUF, pero no para el “pobre fútbol uruguayo”, porque Peñarol y Nacional, por ejemplo, no son japoneses ni coreanos sino que han sido y son también parte (importante) de ese mismo fútbol uruguayo.

En 1962 Peñarol trajo al DT húngaro Bela Guttmann, que ese mismo año había sacado campeón de Europa al Benfica de Portugal de lo que es la actual Champions League. Él es, hasta el día de hoy, el único técnico del mundo en haber disputado una final de clubes europea y una sudamericana, porque ese mismo año llegó con Peñarol a definir la Copa Libertadores, aunque perdió la final a manos del Santos de Pelé.

En 1963, Nacional contrató al cotizado brasileño Zezé Moreira, que había sido integrante del cuerpo técnico que condujo a la selección de Brasil a la histórica conquista del Mundial de Suecia cinco años antes.

Para la temporada 1966 Nacional trajo al técnico chileno Fernando Riera, que había llevado a la selección de su país al histórico tercer puesto conseguido en el Mundial de 1962, lo que —entre otras cosas— le valió ser contratado por Benfica de Portugal un par de años más tarde.

En 1991 Peñarol revolucionó el mercado al incorporar al súper promocionado Cesar Luis Menotti, campeón Mundial dirigiendo a la selección argentina en 1978 y que además en 1983 y 1984 fuera DT del poderoso Barcelona. Desde hace unos años es el Director de Selecciones de la AFA, por lo cual a los 84 años también es parte del título mundial alcanzado por la Albiceleste en Catar 2022.

En 1992 Peñarol volvió a golpear la mesa al traer como entrenador al serbio Ljubomir Petrovic, que el año anterior había sido también campeón de la actual Champions como DT del Estrella Roja de Belgrado. Actualmente, con 76 años, el autor de una frase que se hizo famosa (“catástrofa”) cuando llegó para debutar en el Uruguayo al Parque Paladino (estadio de Progreso) y vio su precariedad, sigue en actividad y dirige al Thanh Hóa de Vietnam.

Por supuesto, ni el húngaro Bela Guttmann, ni Zezé Moreira, ni el chileno Riera, ni Menotti, ni el serbio Petrovic vinieron gratis y tampoco fueron baratos para el fubil uruguayo, del cual obviamente Peñarol y Nacional siempre han sido parte vital, tanto que fueron capaces de hacer inversiones y apuestas como la que ahora hará la AUF. El tema es que hoy esos clubes han destinado, y destinan, inversiones y apuestas como la de la AUF con Bielsa en infraestructura como las ciudades deportivas, que en el caso de los aurinegros desarrollan alrededor de su estadio Campeón del Siglo, en tanto los tricolores se sitúa en Los Céspedes, a unos cuantos de su casa, el Gran Parque Central, que están en constante crecimiento.

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